jueves, 31 de julio de 2008

UNa eXPeRieNCia iNoLViDaBLe


Me llamo Cristina y vengo de Galicia, en concreto de La Coruña. Supongo que mucha gente se preguntará porqué me vine a este campo de trabajo de Osuna, puesto que queda demasiado alejado de donde yo vivo. La respuesta es sencilla, una amiga me habló de los campos de trabajo y al informarme sobre ellos busqué uno que estuviese relacionado con personas discapacitadas o con niñ@s, al final me decidí por el de Osuna por su localización y por el trabajo que se realizaba en él.
Al llegar estaba un poco asustada porque no sabía lo que me iba a encontrar ni como iban a ser mis compañer@s....! Al final todo fue perfecto y me sentí muy a gusto, demasiado creo yo. No puedo explicar con palabras lo que he sentido estas dos semanas de convivencia y de trabajo, sin duda ha sido una de las mejores experiencias de mi vida y me ha servido para darme cuenta de que somos nosotros mismos los que nos ponemos los impedimentos en la vida.
El primer día que nos encontramos con los discapacitados no sabía ni qué decir, pero ellos me dieron una confianza tan grande y me hicieron sentirme tan cómoda que me parecía que eran mis amig@s de toda la vida. Ahora que se está acabando la experiencia me da mucha pena el pensar que quizás no vuelva a verlos nunca, pero siempre los voy a recordar porque estoy segura de que ellos que han aportado muchísimo más de lo que yo les he aportado.
Además de todo lo que me han enseñado los discapacitados, me ha servido de mucho la convivencia con los demás voluntarios y me llevo grandes amistades de este campo de trabajo.
El buen ambiente que hay en general, se pudo apreciar ayer en el teatro con nuestras representaciones. Yo nunca me había atrevido a subirme a un escenario delante de tanta gente, pero anoche no tuve ningún problema. Además todo salió genial y nos divertimos muchísimo todos juntos preparando todo los días anteriores, pero sin duda lo mejor fue ayer por la noche cuando empezamos a salir grupo a grupo al escenario. Personalmente, pienso que de todas las personas que participamos y de la gente que nos fue a ver, no hubo nadie que se aburriera con las actuaciones.
En definitiva, invito a todo el mundo que pueda vivir esta experiencia a que se anime, porque seguro que no se va a arrepentir y que es algo que no se puede olvidar, porque yo no voy a olvidar a mis compañeros (tanto los demás voluntarios como los discapacitados) ni a lo monitores, que se han portado de maravilla conmigo.

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